Asistir al campo de entrenamiento de los Cañoneros es letal al oir los gritos contra sus compañeros de la súper estrella Miguel Silvestre quien agrede verbalmente a sus compañeros con palabras altisonantes y que no van con el juego, cierto que tiene sus chispazos como cuando hay tormenta eléctrica pero hasta ahí, porque no son constantes y lo tenemos en sus actuaciones al ser expulsado en el primer juego y nos preguntamos porque todo el peso del equipo recae en sus jugadas si sus destellos son cada muerto de un judío.
No falle en mis apreciaciones antes de que iniciara el torneo pero creo que el tiempo me ha estado dando la razón y ahí esta tal y como es el insoportable Miguel Silvestre, quien cuando sus compañeros le dan un pase y se lo quitan o sucede algo les echa la culpa cuando que el verdadero culpable es el mismo.
No se que tanto cariño le tiene o quien lo estará protegiendo cuando que no es la octava maravilla del Mundo y creo que si lo dejan en la banca algunos juegos sin goce de sueldo o si los directivos y el mismo entrenador Jorge Torres Salinas, se fajan los short puede ser que cambie pero como decía mi abuelo gallina que come huevo ni que le quemen el pico.
Ya es bastante los problemas en el conjunto cañoneros claro que primero fue la expulsión de Miguel Silvestre, el segundo encuentro no lo jugo por estar castigado y de ahí en adelante los problemas se han ido haciendo más grandes.
Pero quienes son los que tienen la última palabra son los directivos ya que les podría suceder que se desunan debido a la forma déspota de Miguel Silvestre ya esta bueno de gritos e insultos a sus compañeros.
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